La lesión de la articulación de la rodilla suele ser muy frecuente, especialmente en la población deportista y activa, ya que soporta gran parte del peso del cuerpo cuando la persona está en bipedestación.

La estabilidad pasiva de la articulación de la rodilla corre a cargo de diferentes estructuras, en las que destacan, entre otros, el ligamento cruzado anterior (LCA), el ligamento cruzado posterior (LCP), ligamento lateral interno, ligamento lateral externo y ambos meniscos.

La lesión de alguna de las estructuras que compone la articulación de la rodilla supondrá una perdida en la seguridad de esta y, al mismo tiempo, una pérdida en el rendimiento deportivo o laboral.

Se estima que la lesión del ligamento cruzado anterior afecta a 1 de cada 3.000 personas en España al año, afectando mayormente a las mujeres.

Las mujeres son un colectivo de riesgo en este tipo de lesiones: la forma anatómica de la pelvis, así como los factores hormonales sumado a la falta de entrenamiento, falta de agua o no llevar una dieta sana, hacen que la rotura del ligamento cruzado anterior llegue a ser entre 3 y 6 veces más frecuente.

Es por esto, por lo que un trabajo osteopático en la población deportista ayuda a combatir las futuras lesiones en esta estructura a largo plazo.

Generalmente, la lesión de estas estructuras pasivas suele resolverse con procedimientos quirúrgicos, y con una posterior rehabilitación. En este post os contamos como evitar pasar por quirófano.

MECANISMOS LESIVOS

El LCA se suele lesionar en 3 gestos: recepción de saltos, cambios de dirección y giros. Además, dentro de estos gestos, suelen darse 2 movimientos que descontrolan la rodilla: valgo e hiperextensión.

Un ejemplo de esto sería recibir un salto con la rodilla completamente estirada. En esta acción, la rodilla, al estar completamente estirada, tiene poco margen de maniobra en caso de que se realice un movimiento inesperado, pudiendo lesionarse las estructuras que conforman la articulación.

Además un calzado no apropiado para el terreno de juego, además de la fatiga muscular, suelen ser los factores que nos predisponen a la lesión. Desde la Clínica Biomedic de Vigo, os recomendamos tener en cuenta estos puntos para evitar una lesión de rodilla:

• Durante el aterrizaje de un salto, caer con la rodilla semiflexionada, de manera que se amortigue el salto.

• No aterrizar con poca flexión de cadera y/o con el tronco recto, pues de esta forma realizaremos un ejercicio más dinámico.

• Realizar los descansos oportunos durante la actividad física y deportiva.

• Escoger adecuadamente el calzado según el tipo de terreno.

Para cualquier patología o duda que tengas, por favor no dudéis en visitarnos en Clínica Biomedic en Vigo. ¡Te esperamos!